El sacerdote Iñaqui Gallego Sanmiguel, párroco de Sta. María del silencio de Madrid, ha sido elegido por los responsables de la pastoral del sordo y sordociego de España, reunidos el pasado 7 de octubre en los salones parroquiales de Sta. María del silencio su nuevo Coordinador nacional para el periodo de dos años.
La reunión se desarrolló en un ambiente sencillo y afable en todo momento. Se comenzó a las 10 de la mañana con una breve oración pidiendo al Espíritu Santo que iluminase nuestra asamblea y cada una de las diócesis presentes expuso cómo se encontraban y el trabajo pastoral que actualmente estaban desarrollando. A continuación, se pasó a un tiempo de reflexión sobre la persona que podía ejercer este servicio a la pastoral del sordo y sordociegos en España que queda incluida en el Área de la discapacidad de la Comisión para la Evangelización, Catequesis y Catecumenado de la CEE, pero que no es un departamento específico como lo era en la anterior estructura de la Conferencia Episcopal. Dar este paso ha sido muy importante, para seguir teniendo una persona de referencia que coordine entre las distintas diócesis donde se contempla de manera específica esta realidad, en otras diócesis ya está incluido en un Área vinculado a todas las discapacidades o también se da el caso de que no existe esta figura en la estructura diocesana. Animamos a todas las diócesis a ofrecer una persona o un equipo de referencia para todo lo referente a la discapacidad que hoy es tan amplio y la Iglesia necesita reconocer, como dice el Directorio para la catequesis en el n.270 “Precisamente porque son testigos de las verdades esenciales de la vida humana, las personas con discapacidad deben ser acogidas como un gran regalo.”
Tras la votación que fue en secreto, se pasó a dar unos primeros pasos de coordinación con vistas al nuevo curso pastoral 2023-2024 y otras informaciones más generales, como lo relacionado con el día internacional de la discapacidad que es el próximo 3 de diciembre, y desde el Área de la discapacidad de la Comisión se están preparando recursos pastorales para dicha celebración.
Terminamos con ánimo renovado, viendo el don de Dios que somos los unos para otros, siempre que me abra a la discapacidad del hermano como expresión de su Amor.
