En este momento estás viendo Lisboa: Especialistas analizan desafíos y caminos para el nuevo «Ministerio del catequista»

Lisboa: Especialistas analizan desafíos y caminos para el nuevo «Ministerio del catequista»

  • Categoría de la entrada:Noticias

«El ministerio del catequista en la Iglesia local» fue el tema central de la reflexión que los diecinueve especialistas en catequesis llevaron a Lisboa, en el II Encuentro Luso-Hispano de Catequistas y que quisieron «presentar líneas de reflexión» para el nuevo ministro en la Iglesia.

«Este año nos reunimos para reflexionar sobre el ministerio del catequista y su realización en las iglesias diocesanas. Creemos que nuestra misión como catequistas, como teólogos, es reflexionar y ofrecer el producto de esta reflexión a la Iglesia. Estamos tratando de dotar a nuestras iglesias locales de una reflexión que pueda ayudar a quienes tienen que tomar decisiones», explica a EDUCRIS el canónigo Luís Miguel Figueiredo Rodrigues, de la archidiócesis de Braga.

«Hoy el ministerio del catequista plantea muchos interrogantes. Pasar de una Iglesia dividida entre clérigos y no clérigos a una Iglesia que se entiende a sí misma desde el bautismo. Algunos con ministerio ordenado, otros instituyeron otro ministerio reconocido. Qué comunidad queremos para que los ministerios sean un servicio del pueblo de Dios para el pueblo de Dios», refuerza el presidente de la Comisión Arquidiocesana de Educación Cristiana de Braga.

Presente en la iniciativa, el padre Miguel López Varela, delegado para la Catequesis en la Archidiócesis de Santiago de Compostela, en España, dice que el nuevo ministerio, «siendo muy antiguo y rico» requiere «definir el perfil del catequista y sus funciones específicas en el ámbito diocesano».

«El ministerio del catequista es fundamental para afrontar los nuevos caminos. Siempre hemos tenido catequistas trabajando en la evangelización, pero hoy tienen un lugar importante para recorrer nuevos caminos de pastoral», desarrolla.

Una Iglesia Ministerial y Misionera

Durante los dos días, los expertos buscaron «presentar líneas de reflexión y acción» que ayuden a «facilitar futuras decisiones sobre el lugar» y «el papel del catequista en la misión de una Iglesia que enfrenta grandes desafíos en la transmisión de la fe».

«El ministerio del catequista es un desafío para la iglesia misma. Porque en el proceso de renovación que sigue el Papa, de una conversión pastoral y misionera de la Iglesia, Francisco reivindica el papel del laico, del bautizado como discípulo misionero», refuerza el padre Juan Carlos Carvajal Blanco, secretario general de la Asociación Española de Catequistas.

Para el también profesor de la Universidad de San Dámaso, en Madrid, la asunción, por parte de los laicos, de su responsabilidad natural en las comunidades cristianas es fundamental.

«Es imposible considerar y sostener este marco sinodal que el Papa promueve si no hay laicos que asuman, de manera estable, el servicio de la Iglesia en la propagación del Evangelio. La iglesia es ministerial para ser sinodal. Es imposible que lo sea si no hay laicos que acepten de manera estable la misión, para la que están indicados», desarrolla.

Un proceso lento con pasos seguros

Para los especialistas, la institución del Ministerio de los Catequistas supondrá una reflexión «compleja y profunda», en una dinámica de Iglesia que quiere ser sinodal y ministerial, con un claro enfoque en la formación de catequistas.

«Vamos a tener un proceso lento. Lo más fácil es que los párrocos, los obispos, busquen candidatos para instituirlos en poco tiempo. Pero lo que pretende el Papa tiene un alcance mayor. Implica un proceso de cambio de mentalidad. Y este siempre es mucho más lento. En este encuentro nos dimos cuenta de todo lo que implica la institución de los catequistas. Cuáles son los criterios de selección, hacia dónde vamos en cuanto a formación, qué perfiles deben aparecer y la misión que deben cumplir en las iglesias particulares», dice el padre Juan Carlos Carvajal Blanco.

«De esta reflexión surge la convicción de la necesidad de una reflexión profunda y de la formación de agentes catequéticos capaces de asumirse como verdaderos guías de las comunidades cristianas», concluye.

En la misma línea, el canónigo Luís Miguel Figueiredo Rodrigues reafirma la convicción de que «al instituir un ministerio diseñado a partir del bautismo, ya no se trata de ministerios laicales, sino de ministerios bautismales, lo que representa un gran cambio porque es a partir del bautismo que cada cristiano realiza en la Iglesia la misión que le corresponde».

La formación como base

El padre Rui Alberto de Salesianos Editora también sigue la misma línea de pensamiento y asume que «todos estamos buscando un poco la forma de poner en práctica esta intuición. En Portugal, España y en todo el mundo».

«Una cosa es cierta, instituida o no, para servir al pueblo de Dios necesitamos más y mejor formación. Debemos buscar aprovechar los recursos que existen para ser más capaces, mejores personas, más maduros, más adultos, con una fe más profunda. Entonces es necesario adquirir habilidades concretas para hacer catequesis en diferentes contextos. Conocer la realidad donde viven los catequistas para ayudarlos a ser felices porque ese es el objetivo de la catequesis», concluye.

Los participantes compartieron buenas prácticas y vacíos en la formación en esta área de la catequesis y ya están pensando en un nuevo encuentro el próximo año.

Noticia original: Educris | 19.06.2023